Los paisajes son totalmente extraños para quien vive en Buenos Aires, una ciudad bulliciosa, cosmopolita y desbordada de gente. De manera similar, para los ojos quietos que contemplaban nuestro arribo, no podía ser menos estrambótico nuestro convoy de bicicletas todo terreno; equipado con tecnología de cámaras digitales, GPS, celulares y la vestimenta especial outdoor made in China.
En Ischigualasto, más conocido como “El Valle de La Luna” pude apreciar una gama de grises, polvo, un sol abrasador, y una lluvia nocturna sin contemplaciones. En un paisaje casi desértico acampamos dentro de la Reserva Natural. Recorrimos los paisajes en bicicleta e hicimos un ascenso al cerro Morado.
El pase a La Rioja fue un contraste violento. Tierras color bordó, la altura imponente del cañón del Talampaya, y una mayor vegetación. Los pueblos son sobrecogedores por su sencillez y pobreza, conformados por calles de arena y casas de barro.
Mejor, vean ustedes mismos. Cariños.
http://picasaweb.google.com/aassanelli/FotosTALAMPAYA2008
http://www.flickr.com/photos/marcelorocca/sets/72157604280138237/show/
Las fotos son de dos compañeros de viaje. Disfrutenlas!
martes, 1 de abril de 2008
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